Ayer vi a Lorenzo Lamas en Bailando por un sueño y se me piantó un lagrimón. Recuerdo cuando tu pelo comenzó a crecer desenfrenadamente y tu barba asquerosa aumentaba al punto de llamarte el "Renegado" Lorenzo Lamas. Y creanme, el parecido de Osvaldo Olivera con el hombre de la serie ochentosa, el de la motocicleta, va mucho más allá de la cara (no se parece en nada, para ser sincero) o del pelo y la barba... es un ladrillo bailando! tal cuál Osvaldo... increíble. Es que en ese momento, cuando el Renegado peló la remera y esperé ver el abdomen cuadriculado me di cuenta de que los parecidos continuaban apareciendo. Nada de cuadrícula... todo lo contrario, está destruído el pibe que igual sacó algunos gritos de la platea femenina, falsos como moneda de tres pesos... Nada más parecido al presente de Osvaldo, durito pal baile y con un diametro abdominal en constante aumento. Y qué decir de bailes y demás... si cuando me acuerdo más y más, me parece verlo haciendo el cuento de que se le escapó una mina en la casa del Toto (hop, hop...), o leyéndole la inscripción del Top que vestía la prima de Moreno... a escasos centímetros de ya saben dónde, al punto de ligarse reverenda puteada... so' loco..., y el pistero de la Esso del Centro... todavía lo debe de estar puteando, no podés dejarlo plantado así...Osvaldo querido, que peditos aquellos, que pasado para este presente que te tiene como un hombre serio (bueee) que ha dejado de comer refuerzos de asado (angurriento), que tiene una familia formada, adquiriendo predios para construir su refugio que pinta pa' palacio (hacele una barbacoa mugriento así vamo' a hacer algunas comidas jo jo jo) en fin... Felicidades Osvaldo, o Rodrigo para la familia... aunque nosotros también seamos tu familia. Alegría y orgullo nos da verte con María, Clarita y el pequeño Lolo porque si bien ya no nos veamos tan seguido como antes, el vínculo sigue fuerte fuerte, bien a lo Alikal.
