
Querido Cabeza López y querido Goku López. El agradecimiento por este notable descubrimiento de la antropología. Si bien no lo rescataron de abajo de la tierra cual minero chileno, para nosotros sí, porque si no fuera por ustedes no tenía la más puta idea de quien era este tipo. Un día cayó allá en Los Pinos, ahí lo conocí y me cayó bien. Jamás pensé que sería golondrina de verano y nunca más lo vería, por el contrario, el tipo se prendió como abrojo para bien de la barra, tal como lo preveía. Es que esa primer charla, hablando del "Paseo Amarillo" ya me pegó y entendí como los López eran amigos de semejante sujeto. Y sí, valores compartidos, buena onda y una maquinaria de anécdotas y términos extravagantes son el cóctel perfecto para un buen Alikal. Juan Pedro Cid de la Paz, nombre propio de la alta sociedad española de la Edad Media, o conquistador de las Américas en carabelas, o simplemente un pibe sin maldá de Montevideo, devenido en Maragato del Siglo XXI. Y bueno, tal fue el advenimiento de este pibe a la barra que se ganó un lugar en el H. Jugó, metió, goleó, gambeteó y... se hizo expulsar también. Lo cierto es que el loco dejó la vida en el team, hizo miles de kilómetros en su auto y no lavó la campera del Alikal por un tiempo, es que la tenía impregnada a la piel. Hoy es el cumpleaños del Don y cómo es costumbre dedicamos unas palabras a él. Señores, la cantina del Juampe está abierta, hay títeres, se sirve amistad, valores y buena onda, todo a gusto. Salú!
Foto: Continúe en línea recta, desde la media impresentable y adivinará dónde está Juampe.