El carnaval trastocó todo pero no se nos pasó saludar a Nicolás Cabrera quien cumplió añitos el 6 de marzo. El tipo se juntó con los Alikales que estuvieron en San José y aquellos que no lo estabamos tuvimos la dicha de llamarlo por teléfono un rato. Más allá del saludo, también estuvo la puteada de turno, que ya es deporte Alikal. ¿Quién no puteó a Nicolás Cabrera en los últimos tiempos? Creo que nadie, todos por algún u otro motivo le encajamos una fría. Para arrancar el tipo escribe muy mal. Ya nadie entiende qué carajo quiere decir cuando manda mails y para colmo de males, ahora es el delegado del Alikal. Imagínense ese combo... el tipo canta un horario de partido, pero cómo nadie le entendió vamos a otra hora y perdemos por W.O.... salado. De no ser porque ya corroboramos el horario con otra fuente, este hecho podría llegar a pasar, así que a no desesperar, esta vez, el tipo comunicó bien el horario. Bueno, más allá del chascarrillo del comienzo, hablando en serio, Nicolás Cabrera es un gran amigo, un Alikal que siente mucho la camiseta y así vendió cara la última derrota, saliendo del San Lorenzo con lágrimas en los ojos en una demostración de adhesión a la causa sin precedentes en la barra. Por este tipo de cosas y, más allá de no entenderle nada y de que calcule mal la cantidad de panes para hamburguesas, lo queremos y lo bancamos a morir. Lo esperamos en la cancha mientras se recupera, fuera de ella, siempre lo esperamos para pasar un buen momento. Salú Nico!
miércoles, marzo 9
El carnaval trastocó todo pero no se nos pasó saludar a Nicolás Cabrera quien cumplió añitos el 6 de marzo. El tipo se juntó con los Alikales que estuvieron en San José y aquellos que no lo estabamos tuvimos la dicha de llamarlo por teléfono un rato. Más allá del saludo, también estuvo la puteada de turno, que ya es deporte Alikal. ¿Quién no puteó a Nicolás Cabrera en los últimos tiempos? Creo que nadie, todos por algún u otro motivo le encajamos una fría. Para arrancar el tipo escribe muy mal. Ya nadie entiende qué carajo quiere decir cuando manda mails y para colmo de males, ahora es el delegado del Alikal. Imagínense ese combo... el tipo canta un horario de partido, pero cómo nadie le entendió vamos a otra hora y perdemos por W.O.... salado. De no ser porque ya corroboramos el horario con otra fuente, este hecho podría llegar a pasar, así que a no desesperar, esta vez, el tipo comunicó bien el horario. Bueno, más allá del chascarrillo del comienzo, hablando en serio, Nicolás Cabrera es un gran amigo, un Alikal que siente mucho la camiseta y así vendió cara la última derrota, saliendo del San Lorenzo con lágrimas en los ojos en una demostración de adhesión a la causa sin precedentes en la barra. Por este tipo de cosas y, más allá de no entenderle nada y de que calcule mal la cantidad de panes para hamburguesas, lo queremos y lo bancamos a morir. Lo esperamos en la cancha mientras se recupera, fuera de ella, siempre lo esperamos para pasar un buen momento. Salú Nico!
