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Jugabamos quizá contra el rival más digno de todos: Charrúa. Tipos que hace más de dos años que juegan recolectando más palidas que buenas, incluso descendiendo y encontrándose en primera de rebote. Pero están ahí, siempre con la misma voluntad, la misma deportividad y un fútbol siempre en ascenso. El partido de ayer domingo no fue otra cosa que ratificar esto último, que además lo veníamos viendo desde enfrentamientos anteriores, cada vez es más difícil ganarles. Es cierto que en el mano a mano, seguimos siendo más equipo, pero eso ayer no se notó para nada. Jugamos un partido rematadamente mal que logramos reponerlo en base a un amor propio increíble que resumimos en el nombre de un jugador: Juan Andés Echeverría. El Vasco tuvo su bautismo de oro con el Alikal metiendo hasta consagrarse como la gran figura del partido. Comenzamos el pleito 1 a 0 abajo con gol en contra del Guito Bracco. Todo cuesta arriba y un aviso de la pesadilla que tendríamos defensivamente. Para colmo de males se lesiona Ramiro Cabrera y las variantes en esa zona del campo comenzaban a disminuirse. Logramos el empate en una buena definición de Sebastián De Paula pero seguiamos escasos de ideas. Nos fuimos arriba con el primer gol del Vasquito Echeverría y después fue una de empatarnos, pasar arriba, empatarnos, pasarnos, empatar y así sucesivamente hasta el resultado final. Pero en el juego nada varió, cometimos errores de concepto defensivos graves que contra otro rival lo pagamos con goleada en contra. Mal en los cierres, pocas coberturas, barreras que se abren y una desesperación por encontrar la ventaja aún faltando mucho para terminar. En ofensiva si bien estuvimos un poquito mejor, tampoco brillamos. Nos faltaron ideas, estuvimos muy estáticos y algunas veces fallamos en la contención de la primer linea propiciando ataques de Charrúa donde siempre eran más ellos que nosotros. Igualmente, ya sobre el segundo tiempo, la cantidad de faltas del rival nos salvó y con Juan Ramón Yanes inspirado para los penales nos pusimos arriba 4 a 3 a falta de poquito. Ahí vino lo infartante, nos empataron, Barrera tuvo que tapar mil y una hasta que, faltando 12 segundos, una patriada del Vasco Echeverría que, llevándose un pueblo por delante con un temperamente enorme, logra encontrar un huequito para gatillar y la pelota entra como pidiendo permiso entre un mar de piernas charrúas... era el 5 a 4 y una locura generalizada en el Alikal que en base a ese amor propio de la barra logró sacar un partido un chivo de verdad. Nota aparte para el Vasco que con su amor propio salvó dos puntitos para el cuadro de sus amores.
Alikal (5): A. Barrera; R. Cabrera, D. Bracco; J. Yanes y S. De Paula. D.T: A. Correa. Ingresaron: P. Reyes, J. Echeverría, P. Moreno
Charrúa (4): Lira ataja cada día más... contra nosotros.
Goles: S. De Paula, J. Echeverría (2) , J. Yanes (2)