Si el partido anterior era difícil de explicar, este es literalmente inexplicable. Podría haber titulado un duro "pajeros", desde mi persona al frente del grupo hasta el último de los suplentes que fueron pocos producto de ausencias obligadas por sanción y otras por horario complicado. Lo cierto es que a pesar de todas las contras previas y las que se dieron en el partido, estuvimos a 30 segundos de ganarlo. Sí, a 30 segundos. Kiosco no nos exigió prácticamente nada, lo complicamos nosotros jugando con nervios sin razón. El partido siempre lo fuimos ganando y no me explicó porque entramos en la locura. A pesar de los tiempos pedidos, las charlas, intentar tranquilizarnos fue una premisa que nunca se cumplió. Comenzamos jugando bien, moviendo la pelota y triangulando hasta encontrar el gol que iba a darnos para manejar el partido. Nada más alejado de la realidad. Los errores producto de desconcentración, de querer buscar un resultado que ya teníamos produjeron que nos empataran una y dos veces. El segundo tiempo pudimos sacar una buena ventaja con mucho amor propio a pesar de que a esa altura ya estaba claro que no era nuestro mejor día con la pelota en los pies. Pero lo increíble vino en esos 30 segundos finales. Nos meten dos goles increíbles cuando íbamos por tres arriba y en el último segundo (o casi ahí) cometemos la sexta falta por segunda vez y ahí nos clavan un penal. Es como si hubiésemos hecho toda la fuerza del mundo para que nos empataran. Quede perplejo, con una calentura enorme al igual que todos los muchachos, pero bueno, hay que seguir. Parece que nos agarró un bajón y encima perderemos otro guerrero para la próxima. Tenemos que estar fuerte en este momento y encontrar de vuelta el camino, hay que seguir con todo.
Alikal (5): C. Ponce; A. Correa, P. Reyes; S. De Paula y A. Riestra. D.T: M. Gentile. A.T: J. Echeverría. Ingresaron: N. Cabrera y C. Geribón.
Goles: A. Riestra, P. Reyes, A. Correa (2), N. Cabrera
Kiosco 33 (5): Aprovechó todos nuestros regalos.
