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Hoy es el cumpleaños de un amigo de aquellos... el Toto Barrera. En este blog hemos hablado mucho de él, sobre todo de sus cualidades como futbolísta, destacándose en el arco del amado Alikal. Quizá menos hayamos hablado de él como ser humano, destacándose en cuánto ámbito se le pueda a usted ocurrir. Es decir, la cantidad de tópicos referidos a Barrerita en el blog dependen del contenido del mismo ya que, si hablamos de fútbol, es probable que hagamos más menciones a sus cualidades para el deporte, lo que realmente significa mucho en esos cuarenta minutos que estamos en la cancha, pero no es tan significante para lo que realmente nos importa. Allí sí, el Toto es, incluso, mucho mejor que siendo arquero. Al Toto lo queremos todos y como no hacerlo si el tipo en cada andar nos demuestra no tener una pizca de maldad. Su sinceridad es valorada en cada charla y su sensibilidad es admirada en cada acto que demuestra para con aquellos que quiere. El tipo se demuestra tal cuál es y se brinda en un cien por ciento a cada causa que lo haga un poco más feliz. Nosotros, aquellos que tenemos la suerte de ser considerados sus amigos estamos orgullosos de que una persona así nos catalogue como tal y no sólo eso, sino que él no se quede sólo en el rótulo demostrándolo día a día en cada paso que da, cada acción y cada palabra siendo siempre amigo de sus amigos. El Toto con su humildad nos ha enseñado mucho. Él ha pasado hace mucho y hace poco por esos momentos que no deseamos pero sabemos que indefectiblemente llegarán y muchos nos preguntamos cómo se afrontan, cómo se sobrellevan, si estamos preparados o no. Y el Toto, con toda su humanidad a cuestas, nos enseña a ponerle el pecho a las balas, demostrándonos que sólo con la actitud que él impone se puede seguir buscando un camino en la vida que lo lleve a ser feliz sin perder en ese andar la alegría y la esperanza. Hoy podremos vernos menos, hablar de vez en cuando, la vida nos va separando físicamente pero no espiritualmente. Las obligaciones de todo tipo se nos interponen como un obstáculo para vernos, pero no para sentirnos. Cada vez que te vea será como antes, como siempre y hablaremos largo y tendido, recordaremos, planearemos, discutiremos y me harás sentirme nuevamente orgulloso de ser tu amigo. Salú Toto...