lunes, agosto 8

Violentos

Por Jorge Kemenchelli

Cuando salgo de mi casa rumbo a cualquier cancha y que por suerte me a tocado hacerlo a lo largo de todo el territorio nacional, jamás se me ha pasado por la cabeza hoy gana o hoy pierde tal equipo, lo sentiría como una falta de ética que me haría abandonar esta actividad que durante mucho tiempo he realizado y que por suerte han sido muchísimas veces más las alegrías y buenos momentos que los malos.

Por desgracia el pasado sábado me toco vivir uno de los peores momentos desde que llevo adelante esta actividad que tanto quiero, un grupo de violentos que por suerte en este deporte son los menos, porque de los otros, de los amigos, de los incondicionales de la gente que gana y festeja y que pierde y saluda, de los que se van con una rabia bárbara y todo queda en la cancha, de esos si que hay muchos más, porque los violentos de este equipo cumplen la regla, son los menos, porque eran muchos más los que no querían que pasara lo que pasó. Luego de que finalizara la final del campeonato apertura de la Liga Maragata de Futbol Sala que me toco dirigir, y que siempre cuando recaen sobre uno estas designaciones son una alegría ya que pienso que por algo es que nos toca hacer el partido mas importante del campeonato, nos toca porque se hacen las cosas bien, porque hay confianza, y en nuestro entorno todo conspira para que esa pequeña cosa sea importante y siempre es reconfortante estar ahí y tratar de realizar nuestro mejor trabajo; pero a los violentos esto no les importa, violentos patoteros porque es lo que son, en una masa de no menos de diez personas arremetieron físicamente sobre mi persona a golpes y cuando fueron disuadidos por los mas que mencionaba antes prosiguieron con sus amenazas e insultos que no dejaban de recaer sobre mi.

Repudio enfáticamente este tipo de situaciones que por suerte nunca me había tocado vivir, que los árbitros tenemos errores por supuesto que los tenemos y siempre van a existir, pero que sean con premeditación y tratando de perjudicar a un equipo eso de mi parte y creo que hablo por la mayoría de mis colegas jamás, pero créanme y por suerte hay imágenes que lo respaldan no hubieron en ese partido errores mayores a los normales que se dan en cualquier encuentro, buscar un culpable en una derrota en buena ley es de personas pequeñas y utilizar la violencia para evadir la realidad y además hacerlo con una patota de inadaptados violentos es de cobardes.

Estos hechos no deberían de suceder y no debieron de sucedernos a mis compañeros y a mi, porque es injusto, escapa a toda realidad, y hago un llamado a la reflexión para que entre todos busquemos los caminos de cómo alejar a estos inadaptados de un deporte que despierta pasiones sin fin y quedarnos con los que lo disfrutan de mil maneras diferentes, pero de buena manera, con autocrítica y siempre rescatando lo positivo del mismo.

NdeR: Nota publicada en Facebook y repercutida en nuestro Blog con autorización de Jorge Kemenchelli sólo con motivo de que él, como implicado en el problema, brinde su opinión y descargos correspondientes. De la misma forma ponemos a disposición nuestro espacio para que Ucovita haga llegar su visión, en caso de que lo considerasen necesario.